Todos los niños jugaban a atrapar la luz. No había normas pero sí una recompensa: la libertad. Por eso se afanaban en encontrarla.
Sin embargo, no era tan fácil como parecía porque la luz se les escurría entre los dedos nada más tocarla.
Aquel entretenimiento se prolongaba a diario al caer el sol.
Era entonces cuando ideaban las más rocambolescas formas de adueñarse de ella hasta que el cansancio les ganaba la partida y se quedaban dormidos.
Siempre ocurría lo mismo.
Después, al amanecer la luz volvía a apresarlos de nuevo a ellos. No había escapatoria. Por eso sólo durante la noche era posible tomar el control de la situación.
Y aún de mayores lo creen.
APA...
........... LLARGA VIDA ALS SOMNIS I AL ROCK'N'ROLL!!!!!!
1 susurros:
Hola Javi
Gracias por paar por mi blog y cuando tenga un ratillo le pegaré un repaso exhaustivo al tuyo. Un abrazo y nos leemos y quién sabe si coincidiremos en algún concierto
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