Puede que suene raro, pero de siempre le habían enseñado, que la guitarra era como una mujer. Que debía tratarla dulcemente, tanto como a la mujer que mas quería.
No se lo creyó.
Su guitarra es engreída, cuando la toma, sus manos se estremecen de alborozo y lujuria, mezcla de misticismo y sensualidad.
En las cuerdas de su amada se dan cita la ilusión y la fantasía, el dolor y los sueños, en cada traste, en cada melodía.
Entonces se dio cuenta que, que su maestro tenía razón.
Cuando creyó que la tenía dominada, ella le demostró todo lo contrario y le abandonó a su suerte, de igual forma que lo hizo su Les Paul.
APA...
.......... LLARGA VIDA ALS SOMNIS I AL ROCK'N'ROLL!!!!!!!
0 susurros:
Publicar un comentario